comprometía con la seguridad de esta ciudad y con la de sus bomberos manteniendo
un mínimo de 9 efectivos por día, a bajarlos, después de 8 años de gobierno, a 8
efectivos?
¿Qué brillante ocurrencia habrán tenido, para después de 8 años y a 3 meses de las
elecciones, tomar esta descabellada decisión, sin previa consulta con los mandos
operativos del servicio ni con los representantes sindicales, y mientras se está inmerso
en un proceso de negociación con esta plantilla para conseguir mejoras (sí, también
económicas) en este servicio?
Pues bien, parece que a nuestro alcalde le gustan los juegos de azar.
Después de casi dos meses de huelga, y de escuchar de forma continuada que no se
sentarían a negociar nada mientras estuvieran “bajo la presión de la huelga”, el pasado
martes, día 10 a las 9 de la mañana, nuestro alcalde nos sorprendió con su presencia
en una reunión, convocada a toda prisa por su equipo de gobierno el día anterior, a las
9 de la noche (con...¡¡¡ 12 horas de antelación!!!).
Sorprendente, ¿no? Casualmente ese mismo día 9 habíamos registrado un documento
en la Subdelegación del Gobierno pidiendo autorización para realizar una marcha a pie
hasta el Congreso de los Diputados desde Guadalajara, para ver si allí Don Antonio
Román si tenía tiempo de recibirnos. Parece ser que la idea del paseo no le gustó
mucho y quería desactivarla (creo, Don Antonio, que no lo ha conseguido).
Pero allí no terminaron las sorpresas que esa reunión nos deparó, escuchamos, por
boca de nuestro alcalde, y posteriormente, de su teniente de alcalde, Doña
Encarnación Jiménez, que de subida salarial ni hablar, pero de los mínimos que
estaban abiertos a negociar... ¡Oh! ¡Qué maravilla!... parece que ahora si tienen
predisposición a restaurar otra vez los 9 efectivos de servicio por día... ¿les suena esta
estrategia? ¿Recuerdan el teatro moderno? ¿Recuerdan los convenios sanitarios de
colaboración con otras comunidades autónomas?
Parece ser que es la estrategia de moda en nuestros políticos, al menos de los
regionales/locales: Estropear las cosas, para luego arreglarlas ellos mismos, colgándose
las tan deseadas medallas en tiempos electorales (y luego hablan de oportunismo...
¡qué poca vergüenza!) y con la maniobra por el camino, además, algo queda.
Y esa es la misma estrategia, baja, rastrera e irresponsable que ha seguido el equipo de
gobierno de esta ciudad: tenemos un conflicto con los bomberos porque reclaman un
aumento de sueldo (justo, como ellos han reconocido), les hacemos daño donde más
les duele (bajando los mínimos a 8) y después de unos meses de jugar a malos nos
colgamos la medalla de restaurar el mínimo a 9, desactivando su protesta inicial. Por
cierto, este seguro que no va a conseguir su objetivo.
¿No se da cuenta que sus “juegos” dependen del azar, señor Román? ¿No se da cuenta
que sus estrategias ponen en grave riesgo la seguridad de sus ciudadanos y la de sus
funcionarios? ¿Quién asumiría la responsabilidad si en un siniestro hubiera ocurrido un
incidente grave? ¿Quién repararía los daños, si son reparables?
Deje de jugar con sus ciudadanos, con nosotros, sea honesto y enfréntese de cara a los
problemas, reúnase con sus funcionarios con la intención clara e inequívoca de
negociar y de llegar a acuerdos, máxime si cree que las demandas son legítimas (como
ha declarado en varias ocasiones) y no busque atajos y puertas traseras para que no le
incordiemos en su campaña electoral.
Nosotros y, sobre todo, los ciudadanos no se merecen políticos así.
